sábado, 29 de noviembre de 2008

"INQUISICION - INSTRUMENTOS DE TORTURA Y PENA CAPITAL"




La inquisición fue un tribunal eclesiástico establecido en la Edad Media para castigar los delitos contra la fe. Sus víctimas eran las "brujas", los judíos, herejes, alquimistas, disidentes, homosexuales y cualquier persona no grata al clero. Los acusados eran brutalmente torturados y ejecutados, y sus bienes requisados. Se relatan aquí los instrumentos de tortura más comúnmente utilizados, su uso y sus víctimas.

"CLASIFICACION DE LOS INSTRUMENTOS DE TORTURA"

*INSTRUMENTOS DE HUMILLACION PUBLICA
Con estos aparatos se castigaban infracciones menores y se exponia a las victimas al escenario de la multitud, que al ver a alguien con tal artefacto , lo hacia objeto de ofensas fisicas y verbales.

*LOS APARATOS PARA TORTURAR
Estos artefactos tenian como finalidad infligir un largo tormento, que no necesariamente debia culminar con la muerte de la persona, aunque aveces ello ocurriera por la severa infeccion de las heridas ocasionadas o como consecuencia logica y natural de la tortura.
*INSTRUMENTOS DE PENA CAPITAL
Su funcion era unica era la eliminacion de la victima, generalmente despues de un doloroso tormento.
*INSTRUMENTOS DE TORTURA CONTRA MUJERES
Decidimos hacer una categoria especial porque los archivos europeos demuestran que durante tres siglos y medio, alrededor del 85% de las victimas de tortura y de muerte en la hoguera fueron mujeres. Acusadas de brujas o de diferentes crimenes se diseñaron aparatos para ser utilizados contra las feminas.

"TIPOS DE INSTRUMENTOS"

1. ABLACION DE LOS PIES CON FUEGO
Si el hereje no se convertía a la verdadera fe, de los tobillos hacia abajo no le quedaban mas que muñones de huesos carbonizados. A continuación se proseguía con las manos. De este modo los frailes dominicos , grandes cazadores de herejes , encontraron su forma de ser útiles.

2. EL ANILLO AUTOMORTIFICANTE
Este ingenio se utilizaba para impedir la erección del órgano genital masculino mediante las púas dispuestas por el lado interior. A diferencia del cinturón de castidad femenino , que era una forma de humillación impuesta para asegurar la fidelidad conyugal , y mas a menudo , impuesta por el terror a sufrir actos de violencia carnal , el anillo auto mortificante era una forma de sufrimiento que el hombre , generalmente el religioso , se imponía voluntariamente para intentar alcanzar un estado de perfeccionamiento moral o espiritual.

3. EL APLASTACABEZAS
Los aplasta cabezas , de lo que se tienen noticias ya en la edad media , gozan de la estima de las autoridades de buena parte del mundo actual. La barbilla de la victima se colocaba en la barra inferior y el casquete es empujado hacia abajo por el tornillo. Primero se destrozan los alvéolos dentarios , después las mandíbulas , hasta que el cerebro se escurre por la cavidad de los ojos y entre los fragmentos del cráneo.

4. EL APLASTAPULGARES
En este aparato veneciano con tres barras horizontales pueden introducirse dos pulgares y cuatro dedos , pero es tosco comparado con el instrumento austriaco que lo acompaña en la vitrina.

5. ARAÑAS ESPAÑOLAS
También llamadas “ arañas de la bruja “, garras con cuatro puntas unidas en forma de tenazas constituían herramientas fundamentales del verdugo. Servían tanto frías como calientes , para alzar las victimas por las nalgas , los senos , el vientre , y la cabeza , a menudo con dos puntas en los ojos y en las orejas.

6. LA AUREOLA DEL TONTO O LA CORONA DE ESCARNIO CON CAMPANILLA
Se trata de una modalidad de escarnio publico suave , aplicado sobre todo a aquellos que se habían comportado de una manera estúpida , absurda o necia hasta el punto de haber ocasionado molestias a la colectividad. El castigo era encadenado durante horas al palo de la picota , o simplemente en la plaza publica , llevando en la cabeza este ridículo aparato , siendo incluso obligado en ocasiones a llevarlo puesto mientras hacia su vida cotidiana. Hasta aquí todo podría ser soportable... pero la feroz crueldad de la gente le hacia sufrir no solo humillaciones , sino que también era mancillado en publico , y recibía golpes , patadas , petradas ... y otras cosas.

7. ARMAS DE CARCELEROS
Estos *instrumentos se distinguen de las armas militares por las cabezas, que no son adecuadas para guerrear contra enemigos provistos de corazas y armados, sino para controlar turbas de prisioneros semi-desnudos, evidentemente desarmados. Nótese el "agarra cuellos", el aro con la abertura en forma de trampa al extremo de un asta de dos metros de longitud. Un preso, o cualquier fugitivo que intentara escapar de un alguacil escondiéndose la multitud, es fácilmente capturado: una vez que el cuello es aferrado por la trampa, no tiene otra posibilidad que seguir, sin chistar, a su captor.

8. EL AZOTAMIENTO DE UNA MONJA
A finales del siglo XVIII la sociedad va cambiando. El sentido de la decencia en aquella época, nos parece extraño, para ellos dejar a una monja medio desnuda mostrando sus senos, estaba de acuerdo con los cánones del arte clásico. En este período se ha pasado del puritanismo al liberalismo, llegando incluso al sadismo, si bien los límites del respeto no habían sido traspasados, se notaba en el aire un cierto anticlericalismo. Hay una mezcla entre dulzura, seguridad, insipidez y teatralidad. Dando lugar a fuertes y grandes cambios.

9. CADENAS Y SIGNOS GRABADOS EN ELLAS
Las cadenas que aquí se exponen, compradas en Coimbra (Portugal) en 1991, se consideran ser las que aprisionaron a Cristóbal Colón.
La posible interpretación del jeroglífico grabado en las esposas podría desentrañar el misterio sobre el lugar auténtico de la sepultura de Colón.

10. LA CARRETILLA DE LOS TRABAJADORES FORZADOS
Los condenados a trabajos forzados pasaban años, a veces una vida entera, encadenados a una carretilla, de día y de noche, bajo el calor o el frío. La vida de estos condenados era breve.

11. EL CEPO O BRETE
La víctima con las manos y pies aprisionados en las aberturas correspondientes, era de esta manera expuesta en la plaza pública, donde la chusma, en el mejor de los casos le provocaba, abofeteaba y embadurnaba con heces y orina, sustancias procedentes de orinales y pozos ciegos que se le emplastaban en boca, orejas, nariz y pelo; pero en muchas ocasiones era también golpeada, lapidar quemada, lacerada e incluso gravemente mutilada. Tambien las incesantes cosquillas en las plantas de los pies y en los costados llegaban a convertirse en una tortura insoportable. Sólo los transgresores más inocuo, podían esperar librarse con no más de unos pocos cardenales.

12. LA "CIGÜEÑA" o "LA HIJA DEL BASURERO"
Aunque a primera vista parezca únicamente otro método de inmovilización o de constricción, no más temible que millares de artilugios más o menos similares, la "cigüeña" provoca en la víctima, a menudo ya, a los pocos minutos, fuertes calambres: primero de los músculos abdominales y rectales, y luego de los pectorales, cervicales y de las extremidades; calambres que con el paso de las horas conducen a una única, continua y atroz agonía sobre todo, parece ser, en el abdomen y recto. En tal situación la víctima puede ser golpeada, pateada, quemada y mutilada a placer. Un ejemplar en la Torre de Londres, casi idéntico al aquí presente, se conoce como la "scavenger's daughter" - la hija del basurero - término cuyo origen se desconoce. La palabra italiana cicogna, "cigüeña", usada para describir este instrumento, es citada por Muratori, quien la atribuye a archivos judiciales venecianos e inquisitoriales romanos y milaneses del período 1550-1650.

13. EL CILICIO DE PINCHOS
Los instrumentos provistos de pinchos en su interior eran y en determinados ambientes, aún lo son, predilectos de religiosos auto mortificantes. Naturalmente, los mismos Instrumentos servían también para la tortura inquisitorial y punitiva. El presente ejemplar, un sencillo cinturón hecho de malla de alambre espinoso con casi 220 puntas de hierro dirigidas hacia dentro, no es más que uno de los numerosos ingenios conocidos entre los que han llegado a nuestros días y de muchas fuentes iconográficas. Ceñido en torno la víctima, rápidamente hiere v lacera la carne con cada pequeño movimiento, con cada respiración; luego sobreviene la infección, la putrefacción y la gangrena.

14. EL CINTURON DE CASTIDAD
Un imperecedero mito popular, aunque recogido en publicaciones académicas, mitifica el uso de este aparato. La opinión tradicional es que el cinturón de castidad se usaba para garantizar la fidelidad de las esposas durante largas ausencias de los maridos, y sobre todo - nadie sabe porqué, ya que no hay evidencias documentales que den soporte a tal idea - de las mujeres de los cruzados que partían a Tierra Santa. En realidad, el uso principal del cinturón era muy diferente: el de construir una barrera contra la violación, una barrera frágil pero suficiente en determinadas condiciones: en épocas de acuartelamiento de soldados en la ciudades, durante estancias nocturnas en posadas, durante los viajes. Sabemos por muchos testimonios que las mujeres se colocaban el cinturón por iniciativa propia, hecho que algunas ancianas sicilianas y españolas a recuerdan en nuestros días. Así llega a Plantearse la cuestión: ¿ el cinturón es o no instrumento de tortura? La respuesta ha de ser un inequívoco, puesto que esta humillación, este ultraje al cuerpo y al espíritu, es impuesto por el terror del macho por el temor de sufrir a causa de la agresividad masculina.

15. CINTURON DE SAN TELMO
Los orígenes de esta denominación son inciertos. Nada se conoce con certeza acerca dl¡ martirio de San Erasmo (o San Telmo) en el año 303 a.d.C.. Es probable que se refiera a una alusión a los "fuegos de Santelmo" el espectacular fenómeno electromagnético que envuelve los mástiles y puntas de los veleros de chispas y luces bajo ciertas condiciones atmosféricas. El empleo y los efectos de este objeto son obvios y no necesitan comentarios.

16. CINTURON DE SUJECION
Se aplica a la cintura de la víctima , cuyas muñecas se aprisionan en las abrazaderas de los costados. La persona así inmovilizada puede ser de esta manera sometida a torturas o bien abandonada para perecer de frío, hambre, sed, infección.

17. COLLAR DE PUAS PUNITIVO
Provisto de pinchos en todos los lados, este instrumento, que pesa más de cinco kilos, se cerraba en el cuello de la víctima, y a menudo se convertía en un medio de ejecución: la erosión hasta el hueso de la carne del cuello, hombros y mandíbula, la progresiva gangrena, la infección febril, la erosión final de los huesos mismos sobre todo de las vértebras descarnadas conducen a una muerte segura en poco tiempo.

18. COLLAR PENAL ARASTRANDO UN PESO
Muchos son los tipos y formas de ataduras que ligan personas a pesos inhumanos: tobilleras, muñequeras, cinturones, collares, en gran variedad. La "bola" del preso es proverbial en este aspecto.

19. COLLARES PARA VAGOS Y PARA RENITENTES A MUSA
Instrumentos de escarnio público. El de vagos se reservaba en algunas ciudades a los jugadores y fumadores, que adornados así, eran expuestos a la picota en la plaza - con las consecuencias normales, tales como dolor, pero a menudo lesiones graves y hasta mortales. Collares similares consistentes en pesadas "botellas" de madera o de piedra, o gravosos "pesos de balanza" o gruesas 11 "monedas" de hierro se colgaban al cuello de borrachos y de mercaderes deshonestos respectivamente. A los cazadores furtivos se le ataban cadena con los cadáveres de los animales cazados furtivamente, hasta la putrefacción y desprendimiento de los mismos - un castigo particularmente eficaz en verano. El collar "de renitente" se usaba en casos más ligeros, como no asistir a la misa dominical - una especie de reproche paternal, antes del arresto por apostasía., y de la tortura verdadera. Estos collares causaban, después de días y noches de aplicación de la pena, daños y tormentos no indiferentes.

20. LA COMETA DEL OBISPO
El instrumento que aquí describimos es un aparato de sujeción, similar a otros que se conocen en todo el mundo. Una especie de bola que generalmente iba sujeta a unas cadenas, las cuales se ceñían a la pierna del prisionero quedándole la otra libre lo que le permitía moverse, sujeto a esta tortura en ocasiones lo dejaban morir. Es probable que este Instrumento lo utilizasen para el castigo de prisioneros condenados a trabajos forzados, o empleados en el mantenimiento de carreteras y edificios militares Toscanos. La utilización de este instrumento se remonta al 1500.

21. CORTAR LA LENGUA
Contrariamente a lo que ha sido escrito, cortar la lengua era un castigo impuesto por motivos variados, dependiendo de cada lugar, este no se aplicaba a personas blasfemas o con un lenguaje difamatorio, (las personas responsables de estos delitos eran castigadas con la perforación de sus lenguas con una aguja o con un clavo). Este castigo tenía más una naturaleza profana o política que hereje. Este instrumento - una copia exacta hecha gracias a diferentes representaciones gráficas, todas ellas de -JAN LUYKENS , c. 1690 -consistía en una abrazadera con una pieza de hierro la cual se ponía dentro la boca y mantenia la mandíbula abierta. También estaba formado en diferentes tipos de tijeras o placas aplastantes para conrtar la lengua o estirar de ella.

22. CRUCIFIJO PUÑAL
Afilado puñal disimulado en el interior de un crucifijo que servía supuestamente para la eliminación "pacífica" de infieles y herejes. Con éste, al besarlo se salvaba un alma al mismo tiempo que se eliminaba a un enemigo.

23. LA CUCHARILLA
Servía para hacer gotear pez hirviendo en las orejas y nariz de la víctima.

24. LA CUÑA DE JUDAS
Este procedimiento prácticamente no ha cambiado desde la Edad Media hasta nuestros días. La víctima es izada de la manera que se puede ver en la ilustración adjunta y descendida sobre la punta de la pirámide de tal manera que su peso reposa sobre el punto situado en el ano, en la vagina, bajo el escroto o bajo el cóccix (las dos/tres últimas vértebras).

25. EL DESCUARTIZAMIENTO
Son infinitas las modalidades de este suplicio. En su forma más común y elemental, cada miembro era atado a un caballo, y a continuación, todos los caballos eran puestos a tirar en direcciones diametralmente opuestas hasta la separación de brazos y piernas de¡ tronco... pero el verdugo tenía que cortar tendones y músculos: el cuerpo humano es tenaz. A mentido las víctimas sufrían otras amputaciones: si era un hombre se le castraba, y si se trataba de una mujer, se le cortaban los senos. Descuartizar el pecho y arrancar el corazón eran actos complementarios muy comunes.
Otra forma de descuartizamiento era la amputación de los cuatro miembros principales con hacha. Otra modalidad más era la de ahorcar a la víctima hasta dejarla moribunda, para a continuación reanimarla y proceder al descuartizamiento con hacha, además de castrarla y arrancarle las vísceras para terminar decapitándola. Los restos eran después quemados o arrojados a los perros.

26. EL DESGARRADOR DE SENOS
Ya frías o ya incandescentes, las cuatro puntas desgarraban hasta convertir en masas amorfas los senos de incontables mujeres condenadas por herejía, blasfemia, adulterio y muchos otros "actos libidinosos", aborto provocado, magia blanca erótica y otros delitos. En varios lugar diferentes épocas -en algunas regiones de Francia Alemania hasta el siglo XVIII -un "mordisco" con dientes al rojo vivo se aplicaba a un seno de las madres solteras, a menudo mientras sus criaturas se contorsionaba en el suelo salpicadas por la sangre materna

27. EL DESOLLAMIENTO
Este suplicio era infligido como pena capital o bien como tortura inquisitoria. El verdugo practica un lungo corte que penetra únicamente hasta el estrato muscular subyacente; después separa la dermis de la musculatura cortando los tejidos conectivos tal como haría un cocinero para despellejar un conejo, arrancando poco a poco la piel. Hoy en día este método es poco usado, pues la tortura moderna requiere generalmente que la víctima no presente marcas permanentes; sin embargo sigue utilizándose como pena capital en diversos lugares.

28. LA DONCELLA DE HIERRO DE NUREMBERG
La historia de la tortura registra muchos instrumentos con forma de sarcófago antropomorfo con dos puertas, y clavos en su interior que penetraban, al cerrar las puertas, en el cuerpo de la víctima. El ejemplo más conocido ha sido siempre la llamada "doncella de hierro" (die eiserne - ingfrau) del castillo de Nuremberg, destruida con los bombardeos de 1944.
Es difícil separar la leyenda de los hechos referentes a este aparato ya que la mayoría del material publicado se basa en investigaciones del siglo XIX distorsionadas por el romanticismo y fantasiosas tradiciones orales. La primera referencia a una ejecución con la doncella de la que tenemos noticia procede del 14 de agosto de 1515 aun­que el instrumento para entonces había sido usado ya durante varias décadas. Ese día un falsificador de moneda fue introducido y las puertas "cerradas lentamente, por lo tanto, las puntas afiladísimas le penetraban en los brazos, en las piernas en varios lugares, en la barriga, en el pecho, en la vejiga, en la raíz del miembro, en los ojos, en los hombros y en las nalgas, pero no tanto como para matarlo, y así permaneció haciendo gran griterío y lamento (gross Geschrey und Wehklag) durante dos días, después de los cuales murió" . Es probable que los clavos de entonces fueran desmontables y se pudieran colocar en varios alojamientos practicados en el interior, con fines más o menos letales, más o menos mutilantes según las exigencias de la sentencia.

29. EL EMPALAMIENTO
La práctica de esta forma de tortura, reservada a los prisioneros de guerra, tuvo una amplia difusión en toda la Europa medieval, si bien sus orígenes se encuentran indiscutiblemente en el Medio Oriente. De hecho con el fin de aterrorizar a los enemigos, los asirios, y posteriormente los turcos, solían empalar a los prisioneros exponiéndolos sobre las almenas de los castillos conquistados o ante las fortalezas asediadas. Este suplicio consistía en traspasar el cuerpo del condenado con un palo de madera fijado verticalmente en suelo tras haber sido introducido por el verdugo por ano de la víctima. Con el paso del tiempo, y debido al propio peso de cuerpo, el palo seguía penetrando en interior hasta llegar incluso a salir. La víctima, inmovilizada en esa posición no podía hacer nada sino esperar que la muerte pusiera Fin a su atroz agonía Pero la crueldad horriblemente refinada del verdugo hacía que ésta llegara tan sólo después de muchos días De hecho, cuando el palo era introducido en el cuerpo tenía una inclinación tal que evitaba lesionar órganos vitales. Además la punta era convenientemente redondeada para que penetrara mucho más lentamente.

30. EL ENTERRAMIENTO CABEZA ABAJO
El sospechoso o acusado fue enterrado cabeza abajo Más que una tortura era realmente una pena capital porque aunque había tomado la decisión de confesar y había gritado su confesión fue sacado del agujero siempre demasiado tarde para oír su confesión. En algunas regiones las solteras jóvenes que habían sido seducidas fueron enterradas en tumbas cubiertas con espinas.

31. LA ESPADA DEL BERDUGO
La decapitación con espada, una distracción pública en Europa central y nórdica hasta hace unos ciento cincuenta años y practicada aún en otras partes del mundo, se hace con un corte horizontal.
En cambio el hacha era más común en la Europa mediterránea ésta es utilizada, incluso, actualmente. Se necesita un largo aprendizaje para perfeccionar la fuerza y el acierto del golpe, los verdugos se mantenían en forma Entrenándose con animales en los mataderos y con simulacros de condenados provistos de "cabezas" de calabaza. La decapitación, pena “suave" si se realizaba con habilidad se reservaba exclusivamente para condenados nobles o personas importantes... los plebeyos eran ejecutados - y estamos hablando únicamente de esas ejecuciones que no preveían intencionadamente métodos dolorosos - con -procedimientos que causaban agonías prolongadas. El más corriente de éstos era y sigue siendo el ahorcamiento común, en el cual la víctima es izada y dejada estrangular (al contrario que el llamado "a la inglesa", que hace caer a la víctima con el lazo al cuello para fracturar las vértebras cervicales y la médula espinal, la mayoría de las veces).

32. LA FLAUTA DEL ALBOROTADOR
Los instrumentos de tortura hechos más o menos con esta forma - trompeta, trombón, flauta dulce, oboe, etc., hechos de madera latón o hierro - probablemente son de origen holandés, y se asocian principalmente con los siglos XVII y XVIII, aunque se conocen representaciones fuentes anteriores y posteriores. El collar de hierro cerraba por detrás del cuello de la víctima, y sus dedos colocados como los de un músico bajo las muescas hechas a propósito en la mordaza, eran apretado, voluntad del verdugo pudiendo éste producir desde dolor soportable hasta el aplastamiento de carne, huesos v articulaciones.
Esta tortura era, sobre todo, una forma de la picota de exposición a la vergüenza pública, con todas las consecuencias habituales, dolorosas y a veces fatales que marcaban la suerte de lo así expuestos. Se imponía para castigar delitos menores: conflictividad, blasfemia en primera grado, palabrería soez, alterar el orden, etc..
33. GARRAS DE GATO O COSQUILLEADOR ESPAÑOL
Grandes casi como cuatro dedos de hombre, estos artefactos, montados encima de un mango, se usaban para reducir a tiras la carne de la víctima y extraerla de los huesos, en cualquier parte del cuerpo: cara, abdomen, espalda, extremidades, senos.

34. EL GARROTE
Grandes casi como cuatro dedos de hombre, estos artefactos, montados encima de un mango, se usaban para reducir a tiras la carne de la víctima y extraerla de los huesos, en cualquier parte del cuerpo: cara, abdomen, espalda, extremidades, senos.
35. LA GARRUCHA O PENDULO
Una tortura fundamental, que a veces constituye sólo una preparación de la víctima para ulteriores tormentos, es la dislocación de los hombros de ésta mediante la rotación violenta de los brazos hacia atrás y hacia arriba. Los potros de banco y de escalera, así como otros aparatos, tienen en común este primer paso. La variedad más corriente es la garrucha, suplicio barato y eficiente, que es empleado por decenas de fuerzas policiales y militares en todo el mundo y posiblemente se le esté aplicando a alguna persona en este momento.
No se necesitan equipos complicados. Las muñecas de la víctima se atan por detrás de la espalda, se añade una cuerda a esta ligadura procediéndose a izar al acusado.
Inmediatamente, los húmeros se desarticulan junto con la escápula y la clavícula, tal dislocación produce horribles deformaciones a menudo permanentes. La agonía se puede estimular mediante pesas agregadas progresivamente a los pies, hasta que al final el esqueleto se desmiembra tal como en el potro y en la escalera. Al final la víctima, paralizada, muere.

36. LA GUILLOTINA
Aunque asociada indeleblemente en la literatura, el cine, la televisión y la tradición cultural europea generalmente con la Revolución Francesa, 1789-93, y con la pena de muerte en Francia, la máquina que decapita por medio de una cuchilla que cae entre dos columnas acanaladas es en realidad mucho más antigua. Versiones pequeñas y primitivas se usaban para la ejecución de nobles, ya en el siglo XIV, en Escocia.
37. EL HACHA Y EL TAJO
Como se refiere en los casos de la espada del verdugo y de la guillotina, una “muerte fácil" era prerrogativa de las clases sociales privilegiadas. Los comentarios acerca de la espada son válidos igualmente para el hacha. Esta última se prefirió en Inglaterra, en el sur de Francia y en gran parte de Italia (la espada se empleaba preferentemente en territorios germánicos, en París y en el norte de Italia).

38. HIERROS ARDIENTES PARA MARCAR
Se usaban para marcar algunos condenados, generalmente en un hombro pero a menudo también en una mejilla o en la frente. El delito que él o ella había cometido era especificado por un código de letras o símbolos que todos en la localidad comprendían.

39. LA HORQUILLA DEL HEREJE O PIE DE AMIGO
Con cuatro puntas afiladísimas que se clavaban profundamente en la carne bajo la barbilla y sobre el esternón, la horquilla impedía cualquier movimiento de la cabeza pero permitía que la víctima murmurase, con voz casi apagada, "abiuro" (palabra que se halla grabada en un lado de la horquilla). En cambio si éste se obstinaba, y si la Inquisición era española, el hereje considerado "Impenitente” , se vestía con el traje característico y se le conducía a la hoguera, pero con la condición de la Extremaunción; si en cambio el inquisidor era romano, se le ahorcaba o quemaba, sin el beneficio del traje pero siempre con el rito cristiano.

40. LAS JAULAS COLGANTES
Las víctimas, desnudas o casi desnudas, eran encerradas dentro y colgadas. Sucumbían de hambre y sed, por el mal tiempo y el frío en invierno, por el calor y las quemaduras solares en verano; a menudo habían sido torturadas y mutiladas para mayor escarmiento. Los cadáveres en putrefacción generalmente se dejaban hasta el desprendimiento de los huesos.
41. JAULAS Y CADENAS PARA AHORCAR
Se encerraba a la víctima, viva, dentro la jaula y se la dejaba morir de hambre y sed, a la intemperie tanto en verano como en invierno y, a menudo, la muchedumbre enfurecida era quien la mataba.
Las cadenas tenían una finalidad diferente. La víctima, ahorcada con la soga a la manera tradicional (también víctimas ajusticiadas de otra forma), ya cadáver, era cubierta completamente con una envoltura de resina caliente aplicada en estado fluido.

42. EL LATIGO PARA DESOLLAR
Estos cordeles, en apariencia inofensivos, tenían una finalidad bien precisa: desollar. Eran empapados en una solución de sal y azufre disueltos en agua de manera que, debido a las características de la fibra de cáñamo y a los efectos de la sal y el azufre - por no hablar de las más de cien "estrellas" de hierro, afiladísimas, una al final de cada cuerda -la carne lentamente se reduce a pulpa hasta que sobresalen los pulmones, los riñones, el hígado y los intestinos. Durante este procedimiento la zona afectada se va remojando con la misma solución pero calentada hasta su ebullición.
43. LATIGOS DE CADENAS
No se necesitan comentarios para estos artilugios, que parece más armas de guerra que instrumentos de tortura; sin embargo, látigos más o menos similares pero en gran variedad - con 2, 3 y hasta 8 cadenas, provistas de muchas "estrellas", o bien hojas de acero cortantes - se usaban, y en cierta medida aún se usan, para flagelar el cuerpo humano.

44. LA LENGUA DE CABRA
El prisionero era aprisionado por las piernas a un cepo similar al expuesto, a continuación le bañaban la planta de los pies con agua salada y seguidamente ataban al cepo una cabra que habían tenido sin comer ni beber durante varios días. La cabra lamía la planta de los pies y, a veces sucedía, que la carne era consumida y el hueso podía llegar a asomar por el talón.

45. MASCARAS INFAMANTES
Las víctimas encerradas en las máscaras y expuestas en la plaza pública, eran también maltratadas por la multitud. Golpes dolorosos, ser untados con orina y excrementos, y heridas graves, a veces mortales, eran su suerte.
46. LA MORDAZA O EL BARBERO DE HIERRO
Este artilugio sofocaba los gritos de los condenados, para que no estorbaran la conversación de los verdugos. La “caja" de hierro deL interior del aro es embutida en la boca de la víctima y el collar asegurado en la nuca. Un agujero permite el paso del aire, pero el verdugo lo puede tapar con la punta del dedo y provocar asfixia. A mentido los condenados a la hoguera eran amordazados de esta manera, sobre todo durante los "autos de fe" - tal como se llamaban esos grandes espectáculos públicos en lo que decenas de herejes eran quemados a la vez - porque los gritos hubieran interferido con la música sacra. Giordano Bruno, culpable de ser una de las inteligencias más luminosas de su tiempo, fue quemado en la plaza del Campo dei Fiori en Roma en 1600 con una mordaza de hierro provista de dos largas púas, una de las cuales perforaba la lengua y salía por debajo de la barbilla, mientras la otra perforaba el paladar.

47. LA MUTILACION
La amputación y pérdida de cualquier miembro del cuerpo humano son castigos antiquísimos, practicados por todas las sociedades en cualquier tiempo y lugar. Nariz, orejas, labios y dedos eran cortados, aplastados o abrasados en un primer nivel de severidad, para después pasar a manos, pies, senos y labios, y, en tercer lugar, se aplicaba a testículos, penes, brazos, piernas y ojos. También el corte de la carne en lonchas, como un jamón, la amputación de los párpados y el corte de algún tendón eran usos comunes en todo el mundo hasta finales del siglo XVIII. La guadaña de hierro era utilizada para la amputación de pies y manos. El cepo con un agujero en la parte posterior servía para triturar los dedos de la víctima mediante unas cuñas de hierro y madera golpeadas por un mazo hasta dejarlos completamente triturados.

48. LA PERA ORAL, RECTAL Y VAGINAL
Estos instrumentos se usaban y aún se usan, sin ornamentar pero en esencia invariadas - en formatos orales y rectales. Se introducían en la boca, recto o vagina de la víctima y allí se desplegaban por medio del tornillo hasta la máxima apertura. El interior de la cavidad afectada quedaba irremediablemente, y quizás siempre fatalmente, dañado. Las puntas que sobresalen del extremo de cada segmento servían para desgarrar mejor el fondo de la garganta o de¡ recto, o la cerviz del útero.
La pera oral frecuentemente se aplicaba a los predicadores heréticos, pero también a seglares reos de tendencias antiortodoxas; la pera vaginal en cambio estaba destinada a las mujeres culpables de relaciones con Satanás o con uno de sus familiares, y por último, la recta¡ a los homosexuales pasivos.
49. LA PICOTA EN TONEL
Una especie de vergüenza infligida sobre todo a los borrachos que de esta forma se exponían al público vituperio. Las "picotas toneles" eran de dos tipos: las cerradas en fondo, en las que la víctima se colocaba dentro, con orines y estiércol o simplemente con agua pútrida; o las otras abiertas para que las víctimas caminasen por las calles de la ciudad con ellas a cuestas, con mucho dolor debido al gran peso.

50. PINZAS Y TENASAS ARDIENTES
Pinzas, tenazas, cizallas, usadas también en frío pero casi siempre al rojo, adecuadas para lacerar o arrancar cualquier miembro del cuerpo humano, constituían utillaje básico entre las herramientas de todo verdugo. Las tenazas, no muy diferentes de las corrientes en un taller, se dedicaban sobre todo - preferentemente al rojo - a las narices, dedos de las manos y de los pies y a los pezones. Las pinzas alargadas, como el cocodrilo , maravillosamente esculpido y grabado, servían para desgarrar o abrasar el pene.
51. EL POTRO
El estiramiento o desmembramiento por medio de tensión longitudinal se empleó en el antiguo Egipto y en Babilonia; en Europa la garrucha o "péndulo" y el potro constituían elementos fundamentales en cualquier mazmorra desde la República Romana hasta la desaparición de la tortura hacia el final del siglo XVIII. En muchos países extra europeos ambos subsisten hoy en día.
52. EL POTRO ARRANCA TESTICULOS
La víctima era obligada a colocarse como si estuviera cabalgando"sobre el lado cortante del instrumento, mientras se le colocaban pesos cada vez mayores en lo pies. El resultado después de algunas horas, y más incluso después de algunos días, era una gangrena progresiva en nalgas, escroto y recto independientemente de una atroz agonía.

53. EL POTRO EN ESCALERA
La Constitutio Criminalis Theresiana de 1769 - de la cual se da más información en EL APLASTAPULGARES - prescribe el estiramiento en una escalera inclinada, en la forma mostrada en los grabados. Nótese la dislocación de los hombros, y el abrasamiento de los costados y las axilas mediante una antorcha compuesta de siete bujías - ni ocho, ni seis -, cortadas a la medida oficial exacta, ni una pulgada más ni una menos. Si la víctima, ya paralizada, con los hombros destrozados, y moribunda a causa de las infecciones producidas por las quemaduras, no obstante seguía sin confesar, el tribunal estaba obligado - como siempre se hacía en casos similares, cualquiera que fuese el método de tortura- a reconocer su inocencia.

54. EL POTRO ESPAÑOL
Durante la Edad Media el suplicio del potro español estaba destinado a las brujas o a las mujeres sospechosas de haber sido poseídas por el demonio. Éstas eran montadas a horcajadas sobre el bloque de madera, de modo que debido al peso de su propio cuerpo, la arista cortante penetraba en la vagina; las piernas eran separadas mediante ataduras y al cuerpo se le impedía cualquier punto de apoyo. La tortura se agravaba colocando teas encendidas o fijando sobre el vientre una escudilla con un ratón vivo dentro, de manera que, por las contracciones provocadas por el dolor, la víctima provocaba una mayor presión sobre la arista y esta penetraba aún más, con las consecuencias que fácilmente podemos imaginar.
55. QUEBRANTA RODILLA
Usado para lacerar los brazos y las piernas y a mentido aplicado a la rodilla y al codo, articulaciones que los pinchos pueden destruir para siempre

56. ROMPECRANEOS
Colocados alrededor de la cabeza, los pinchos, bajo la fuerza de la presión del tornillo, señalaban el cráneo que, junto con la fuerza bilateral de los pinchos gruesos , hacían que se desprendiese el casquete craneal.

57. LA RUEDA
En la rueda móvil, que era de grandes dimensiones, se ponía al condenado en la parte convexa de la misma convenientemente atado y se le dejaba caer sobre lugares escarpados y pedregosos. Rodando a grandes velocidades el cuerpo se descarnaba y fracturaba totalmente.

58. LA RUEDA PARA DESPEDAZAR
La víctima, desnuda, era estirada boca arriba en el suelo o en el patíbulo, con los miembros extendidos al máximo y atados a estacas o anillas de hierro. Bajo las muñecas, codos, rodillas y caderas se colocaban, atravesados, trozos de madera. El verdugo, asestando violentos golpes con la rueda, machacaba entonces hueso tras hueso y articulación tras articulación, incluidos los hombros y caderas, con la rueda de borde herrado, pero procurando no asestar golpes fatales. La víctima se transformaba, en una especie de gran títere aullante retorciéndose, como un pulpo gigante de cuatro tentáculos, entre arroyuelos de sangre, carne cruda, viscosa y amorfa mezclada con astillas de huesos rotos". Después se le desataba e introducía entre los radios de la gran rueda horizontal, colocada al extremo de un poste que posteriormente se alzaba. Luego los cuervos arrancarían tiras de carne y vaciarían los ojos hasta que llegaba la muerte, con la que probablemente era la más larga y atroz agonía que el poder era capaz de infligir.

59. SELLO DE LA INQUISICION
La rama de olivo que simboliza la misericordia y la espada desenvainada de la justicia constituían la prueba de la inaudita perfidia del acusado y de su merecida penitencia.

60. LA SIERRA
La sierra se aplicaba a menudo a homosexuales de ambos sexos, aunque predominantemente
hombres. En España la sierra era un medio de ejecución militar hasta el fin de¡ siglo XVIII
En la Alemania luterana la sierra aguardaba a los cabecillas de los campesinos rebeldes, y en Francia a las brujas preñadas por Satanás.

61. LA SILLA DE LA SAMBULLIDA
La silla de la zambullida se empleaba para sumergir en el agua (ríos, estanques, lagos, etcétera) a las mujeres o a quienes hubieran sido tocados por la justicia local. El chapuzón duraba pocos Instantes, el espectáculo tardes enteras.

62. LA SILLA DEL INTERROGATORIO
Se trata de utensilios básicos para el arte del inquisidor. Hoy en día se usan versiones actualizadas, mejoradas, mejoradas por medio de la electricidad. El efecto de los pinchos - aunque no estén electrificados, sobre la víctima, que siempre está desnuda, es obvio y no requiere comentario. Ésta sufre atrozmente desde el primer instante del interrogatorio, que puede ser más intenso si se aplican sacudidas o golpes en brazos y piernas

63. SILLA DE PUTREFACCION
La víctima era atada a este instrumento y levantada entre los cadáveres de dos ahorcados en estado de putrefacción, a veces solamente por algunos días, pero en ocasiones hasta la muerte.
64. SILLA DE TORTURA
Fue usada en Centro Europa hasta 1846. El torturado era sentado en ella desnudo y amarrado por correas que lo apretaban lentamente, de modo que los pinchos le penetraran en la carne.

65. LA SILLA ELECTRICA
En las ejecuciones actuales se transmiten tres descargas eléctricas por breves periodos. La primera, de 2000 voltios, causa una contracción tan violenta que lanza el cuerpo hacia adelante contra las ataduras que lo sujetan a la silla. Las dos descargas sucesivas son de aproximadamente 1000 voltios con una duración que varia de 3 a 4 minutos.
La silla eléctrica provoca efectos visiblemente devastadores: el condenado llega a defecar, orinar o vomitar sangre; los órganos internos se queman y la piel queda ennegrecida completamente. La temperatura M cuerpo alcanza los 138-140 grados, la sangre hierve literalmente. Los testigos, en efecto, mencionan siempre un olor a carne quemada. Los funcionarios se ven obligados a colocarse vaselina en los orificios de la nariz para no percibir el terrible olor y a tirar a la basura los vestidos puestos durante la ejecución.

66. EL SUPLICO DEL AGUA
Entre los suplicios más atroces estaba, y está, el de agua. La víctima es inclinada con los pies hacia abajo y obligada a engullir inmensas cantidades, generalmente por medio de un embudo embutido en la boca mientras la nariz es tapada, lo cual fuerza a tragar todo el contenido del embudo antes de poder respirar una bocanada de aire. Sólo el terror de la asfixia repetido infinitas veces, es de por sí un tormento angustioso.
Cuando el estómago se distiende e hincha de manera grotesca, se inclina la víctima con la cabeza hacia abajo; la presión contra el diafragma y el corazón ocasiona estados de sufrimientos inimaginables, sufrimientos que el verdugo aumenta golpeando el abdomen.

67. SUPLICIO DE LA CRUZ
Reservado a los esclavos y a los grandes criminales de origen humilde, el infamante suplicio de la cruz fue aplicado a Cristo, con la aprobación y la ejecución de la condena por parte del procurador Poncio Pilato y de los soldados romanos.

68. EL SUPLICIO DEL SUSPENDIMIENTO
El condenado, fuertemente atado por pies o brazos a la cuerda de un cabestrante, y levantado en el aire, permanecía colgado durante un largo período de tiempo, que podía ser dos o tres días seguidos. Al mismo tiempo, el verdugo iba colocando paulatinamente pesos considerables en las partes del cuerpo contrarias a las que estaban en contacto con las cuerdas.

69. LA TORTURA DEL GOTA A GOTA
Obligado casi siempre a permanecer en lugar como este, a la víctima, con la cabeza sujetada por el anillo de hierro, se le Infligía esta tortura atroz; si el condenado no confesaba, la locura era su trágico final.
70. LA TRENZA DE PAJA
Era aplicada como signo de vergüenza a las jóvenes que habían quedado encinta antes de casarse. Las "infames" eran rapadas al cero y condenadas a permanecer con ella delante de las puertas principales de las iglesias en los días de fiesta.